EL BALLET EN EL SIGLO XVIII
En el siglo de las luces se desarrolla más la técnica para el ballet sin dejar a un lado la capacidad de expresar sentimiento, de hecho como hasta entonces se había dejado el énfasis en la técnica, a partir del siglo XVIII se lucha por enriquecer la expresión; se trata de buscar el equilibrio entre estos dos factores, de no ser así, el ballet no se consolidaría como un gran arte.
Entre los bailarines más destacados se encuentra:
Françoise Prevost (1680-1741), dirigió la ópera de París durante treinta años y se considera la primera figura que utilizó música que no fue escrita para ballet.
Jean Ballon (1676-1739) por el cual se les denomina “ballon” a las ejecuciones con saltos debido a su habilidad en la elevación.
Nicolás Blondy (1677-1745) se le define como el más grande danseur noble, con una trayectoria exitosa como bailarín, se convierte en maestro y sustituyó a Pécourt el la dirección de la ópera en 1729 y crea su más famoso ballet llamado “Los amores de las diosas”; forma bailarinas destacadas como Marie Camargo y Marie Sallé y con ellas la incorporación de mujeres en la danza se hace cada vez más sistemática.
Marie Camargo y Marie Sallé fueron también unas de las figuras más destacadas de esa época, Camargo empezó a presentar rivalidades con quienes daban más importancia a la expresión, como Francçoise Prevost y Sallé debido a que la Camargo era una bailarina tecnicista.
En éste siglo el ballet se desliga de estar al servicio de la música, ya no se veía como entretenimiento. El ballet queda sentado como un arte y refleja la vida social del momento.
Se comienza a teorizar la disciplina del ballet, para esto aparece el maestro y teórico Pierre Rameau quien describe las reglas obligadas en la ejecución académica de las danzas cortesanas, fue el más fiel defensor de las cinco posiciones de los pies en el ballet, y fue quien definió y armonizó las posiciones de los brazos con relación a los pies, estableciendo reglas metodológicas respecto a las posiciones y los movimientos de los brazos.
Llega un elemento nuevo para la música para ballets llamado exotismo implementado por Phillippe Rameau y en éste, imprimía características musicales exóticas recién llegadas de América.
El ballet se empezó a efectuar como una especie de pantomima lírica mediante la cual se expresaba un tema, incorporando nuevos valores puramente coreográficos, de riqueza plástica, con mayor dinámica y profundidad dramática.
El ballet ya tenía las siguientes características debido a los cambios que se estaban dando en todos los aspectos en el siglo de las luces:
1.- Era un género espectacular.
2.- Tenía un carácter profesional.
3.- Había adquirido un carácter académico (se había creado toda una escuela en el arte de la danza)
4.- Se empezó a buscar que al ballet se le diera también un carácter social.
El siglo de las luces culminó dando cabida y viendo brillar a una serie de aspiraciones en cuanto el ballet se refiere, pues ese siglo representó una época en la que se delinearon, se perfilaron y se consolidaron todas las ideas que ya se habían estado generando en épocas anteriores.
El ballet deja de ser parte de la nobleza, logra que la problemática de la gente más sencilla y los sentimientos humanos se volcaran en el ballet, haciendo de él un arte verdaderamente grande.
Cuando los creadores comienzan a tomar conciencia y a cuestionar todo lo referente al pensamiento social de la época, hace que a las puertas del siglo XIX, ya se reflejaran en las diferentes obras, los diversos sentimientos humanos, cualesquiera que éstos fueran.
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